domingo, 21 de septiembre de 2008

Vox Dei

Por Santiago O’Donnell

Seguimos con Bolivia, donde esta semana la situación mejoró un poco. El espaldarazo que le dieron los presidentes latinoamericanos a Evo Morales el lunes terminó por desmoronar el intento de golpe de los prefectos de Oriente. Parece mentira para los tiempos que corren, pero los cívicos pensaban que podían voltear, sin ayuda de los países vecinos, a un presidente recién legitimado por dos tercios del voto popular. Semejante error de cálculo les costó caro.

En estos siete días el líder de la asonada, el prefecto de Santa Cruz Rubén Costas, ha visto su popularidad caer en picada. La clase media cruceña no se ofendió con la toma ilegal de edificios federales, pero les cayó muy mal la imagen de los jóvenes de la Unión Juvenil Cruceñista saqueando negocios para llevarse laptops, televisores o celulares.

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