sábado, 1 de noviembre de 2008

Viaje al fondo del dolor

Elegida por José Saramago, Rosa Montero, Alberto Manguel y Juan Cruz, Perder de Raquel Robles, obtuvo esta semana el Premio Clarín de Novela 2008. En ella cuenta la historia de una madre que pierde a su hijo en un accidente. Raquel, directora de un correccional de menores, perdió a sus padres cuando fueron desaparecidos por la dictadura.
Por: Jorgelina Nuñez

Ella lo hizo. Raquel Robles pudo escribir sobre aquello que se resiste a ser dicho. Le puso palabras a una experiencia que nadie dudaría en calificar como la peor de todas, la que duele con sólo imaginarla: la pérdida de un hijo. Con un estilo sobrio, carente de golpes bajos, pero empeñado en penetrar las más profundas capas de sentimiento, la transformó en materia literaria y le dio un sentido. Ese dolor es inefable, no se puede contar. Pero ella pudo y lo hizo en un momento que fue el reverso exacto de las circunstancias por las que atravesaba en el momento de escribir su novela. Estaba embarazada de su primer hijo.

Todas las experiencias de embarazo son muy intensas, supongo, pero a mí, además, me dio la noción de lo que podía implicar perderlo. Fue como un intento de exorcizar eso. Mi hijo tardó mucho en nacer, creo que no hubiera nacido, si no lo hubiera presionado de alguna manera. Recuerdo que ante la escena del accidente en la que el hijito de la protagonista muere, me dije: "A lo mejor lo tengo que matar al chico de la ficción, para que este otro nazca". En ese momento, yo estaba muy voluminosa y me costaba muchísimo escribir porque el teclado me quedaba lejos. Todo el proceso fue tremendamente doloroso, creo que por eso también sobrevino como una redención.

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