Por Eduardo Febbro
Desde París
Un sol radiante, la sonrisa de la libertad, los abrazos, los reencuentros, los honores y los homenajes. Ingrid Betancourt fue recibida ayer en París por el presidente Nicolas Sarkozy, que la fue a buscar al aeropuerto. “Sueño desde hace siete años con vivir este momento. Es un momento muy, muy emocionante para mí: respirar el aire de Francia, estar con ustedes”, dijo Betancourt antes de tomar la mano del presidente francés y decir: “Se lo debo todo a Francia. Miro a este hombre extraordinario que tanto luchó por mí y a través de él también veo a toda Francia”. La emoción no ocupó todos los espacios. Tal como lo había hecho pocas horas después de su liberación, Ingrid Betancourt puso sobre la mesa los temas políticos.
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