BERNARDO GUTIÉRREZ - Río de Janeiro - 04/04/2008 09:00
Manoel da Cunha vive de la selva amazónica. Convive con ella. La respeta. Y consigue los recursos que necesita sin provocar daño ambiental alguno. De hecho, Manoel reside dentro de la reserva extractivista del medio Juruá, uno de los rincones mejor conservados de la Amazonia.
Pero hace años que la vida, para su familia, es un caos. "Llueve menos. El verano dura el doble, 60 días. Ya no sabemos cuándo plantar, y el ritmo de las cosechas está alterado", asegura, resignado, Manoel.
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