TOMÁS BÁRBULO - Madrid - 07/06/2008
El pacto europeo sobre inmigración con el que el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, quiere inaugurar su presidencia semestral de la Unión Europea, tropieza con dos escollos en España: la exigencia de un "contrato de integración" a los extranjeros no comunitarios y la pretensión de que los Veintisiete renuncien expresamente a las "regularizaciones masivas y colectivas en el futuro". Ambas propuestas son rechazadas por el Ejecutivo de Zapatero.
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