El Parlamento Europeo aprobó ayer --369 votos a favor, 197 en contra y 106 abstenciones-- la polémica "directiva de retorno" para armonizar las normas europeas de detención y expulsión de inmigrantes irregulares. Era el último paso que faltaba para que la UE se dote de durísimas normas que permitirán, entre otras cosas, el encarcelamiento de irregulares durante 18 meses o la deportación de menores de edad, incluso sin la compañía de un adulto, y sin asegurar que serán recogidos por un familiar en el país de destino. La norma entrará en vigor en 2010.
La última versión de la directiva fija un período de "retorno voluntario" de 7 a 30 días. Si los inmigrantes no abandonan la UE en ese período, las autoridades nacionales emitirán una "orden de alejamiento" y tomarán "medidas coercitivas" como el encarcelamiento, incluso sin decisión judicial obligatoria, pues la directiva permite que la decisión sea administrativa. Además, los deportados no podrán volver a pisar Europa durante los siguientes cinco años.
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