ALICIA RIVERA - Madrid - 18/03/2008
Las poblaciones de osos pardos en la Península Ibérica están aisladas genéticamente por primera vez en su historia evolutiva de otras poblaciones europeas, según muestra una investigación de científicos españoles que publica hoy la revista estadounidense Proceedings. Además, los científicos añaden que este aislamiento relativamente reciente (probablemente sólo de centenares de años) se debe a los efectos de la actividad humana.
La endogamia actual de estos animales y el empobrecimiento genético que resulta del aislamiento y del tamaño reducido de las poblaciones (sólo quedan unos 200 ejemplares, en la cordillera Cantábrica) suponen una gran amenaza para la especie, según advierten los investigadores.
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