Las mujeres han llevado la peor parte en la guerra del Congo, que se ha cobrado cuatro millones de vidas. El 70% de las violadas que Médicos Sin Fronteras atiende en todo el mundo son víctimas del conflicto en el país africano. Ésta es su historia y la de quienes luchan para que vuelvan a sentirse vivas
Cuando cae la noche en Rutshuru, al este de la República Democrática del Congo (RDC), casi todos buscan refugio en casa. Los niños corren para que ninguna banda les secuestre y les convierta en soldados a la fuerza. Los hombres dejan de zangolotear por las calles polvorientas y tristes para no verse atrapados en el tiroteo cotidiano. Cuando anochece, Rutshuru es realmente peligroso. Y sin embargo, precisamente entonces, al adueñarse la oscuridad de la ciudad sin ley, es cuando muchas mujeres salen en silencio de su choza y se esconden en la selva: saben que si se quedan en casa, muy probablemente serán violadas.
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