ROSANA TORRES - Madrid - 27/03/2008
Alfredo Sanzol, dramaturgo y director de escena de 35 años, se encontró hace dos años con el título de una obra: Risas y destrucción. Si no quería renunciar a él (y no estaba dispuesto a eso) debía escribir algo de esas tres palabras. Al ponerse a hacerlo se topó con un problema: no daba con nada que le interesara tanto como el título. Un día, por casualidad, se acordó de Google, y se dejó llevar por el impulso de poner esa frase para ver qué pasaba. Fue toda una revelación. Halló el material más rico que jamás pudo imaginar y excitado con el hallazgo escribió la obra. La dirigió, y tuvo una inmejorable acogida en la madrileña sala alternativa Cuarta Pared.
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